El poder del pintalabios
La barra de labios tiene un lenguaje propio y significativo. Es un reclamo que se ha utilizado para expresar necesidades sociales y políticas en cada época.
Nueva York, 1912. 20.000 sufragistas reclamaron en una marcha el derecho al voto. Casi todas tienen los labios pintados por un rojo hasta entonces reservado a las chicas de "mala vida". Cuando la marcha reivindicativa por el voto femenino pasó por la Quinta Avenida, Elisabeth Arden salió de su salón de belleza para repartir barras de labios a las sufragistas y convertirse en un megáfono, un verdadero símbolo de poder y emancipación para la mujer.
La historia del lápiz de labios es turbulenta y muy representativa de la sociedad del momento. Se lleva por tradición, para indicar superioridad social y fuerza, como garantía de visibilidad, por provocación, por seducción, por seguir una moda o bien por sumisión a las normas del momento.
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27 marzo 2023