Se llamaba Grace Kelly

Tanto Rainiero como Grace eran grandes aficionados a las cámaras y estas películas revelan una imagen desconocida de la princesa monegasca, alejada de la que ofrecía en los actos oficiales. Las imágenes les muestran en palacio, pero también en su residencia privada de verano, Monte Agel, que Rainiero mandó construir en 1957 y donde hacían una vida normal y hogareña, y en el Castillo de Marchais, situado en el norte de Francia que pertenece a la familia Grimaldi desde el siglo XIX. Otro de los hechos que aumentan el valor de este documental es que le vemos a través de los ojos de quienes la rodearon y la amaron, incluidos sus hijos, en particular el hijo de Grace, Alberto de Mónaco, actual jefe de estado del pequeño principado, sus nietos, sobrinos, primos y amigos. Su deseo era educar a sus hijos como si fueran una familia americana normal, como si no vivieran en un palacio.